Descripción
La patata agria es considerada como la mejor variedad a la hora de freirlas. Esto la convierte en una clase de patata muy demandada o utilizada por las múltiples recetas que existen con la patata cocinada de esta forma. A pesar de ello, también es válida para prepararse en otros modos de cocción: hervida, cocida o asada, ya que no variará en calidad ni en sabor.
CARACTERISTICAS
Se trata de una patata, cuyo tamaño es bastante grande y su forma alargada u ovalada. Su piel es fina y tiene pocos azúcares, su carne es amarilla y su textura es uniforme. Aunque los meses de recogida de este tipo de patata comprenden entre junio y septiembre, podemos encontrar la patata agria todo el año si se cultiva en un invernadero.
La industria tiende a decantarse por este tipo de patata agria por su versatilidad a la hora de ser cocinada y preparada. No solo es buena para todos los tipos de cocción sino que también se pueden utilizar para las famosas chips o patatas de bolsa. Además de esto, es importante añadir que la agria es un tipo de patata de fácil conservación y almacenamiento. Su precio es bastante competitivo y cuenta con una gran producción todo el año.
Recetas
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Cómo hacer patatas chips en casa
Pelamos las patatas, las lavamos y las secamos. Cortamos las patatas en rodajas muy finas con la ayuda de una mandolina. He utilizado una doméstica, con el accesorio de corte fino. Separamos las rodajas y secamos el líquido que rezume con un paño limpio o papel absorbente.
Calentamos el aceite en un recipiente hondo. En un fuego de vitrocerámica con graduación de 1 a 6, he utilizado el número 5. Cuando el aceite haya alcanzado una buena temperatura, vamos friendo las patatas por tandas, introduciendo las rodajas una a una, y cuidando que estas queden holgadas en la fritura.
Removemos con una espumadera y dejamos que se vayan friendo. Las patatas estarán listas cuando tengan un color pajizo y dejen de bailar en el aceite. En ese momento las retiramos con la ayuda de una espumadera y las dejamos reposar sobre papel absorbente. Cuando estén frías, las salamos y las presentamos en un bol.
Es importante que no dejemos que las patatas tomen demasiado color, para ello es necesario que el proceso de fritura no sea rápido, de lo contrario, el sabor no será bueno. Las patatas, una vez frías y saladas, se pueden guardar durante unos días en un recipiente hermético. Hablar de tiempos de fritura es complicado, porque cada fuego es diferente, pero hay varias fases que podemos reconocer fácilmente. Al principio, cuando echamos las patatas al aceite caliente, estas tiene que borbotear, bailando entre burbujas. Con el tiempo, el baile se va haciendo más lento, hasta que al final, sin que hayamos variado la temperatura, las patatas se quedan quietas, cesando en su danza.