Descripción
La fresa es un fruto de color rojo brillante, suculento y con una gran fragancia, que se obtiene de la planta que recibe su mismo nombre. En Occidente es considerada como la «reina de las frutas». Además de poderse comer cruda se puede consumir como compota, mermelada,… Es empleada con fines medicinales ya que posee excelentes propiedades que ayudan a cuidar nuestra salud.
Las fresas, que alegran la vista y el paladar, son el fruto del fresal, una planta de la familia de las rosáceas. Su nombre botánico, Fragaria vesca, deriva del latín fragans, que significa «olorosa» y apunta así a una de sus características: la fragancia que puede percibirse incluso a distancia.
Propiedades de la fresa
La fresa posee una notable riqueza mineral, especialmente de hierro –es la fruta más rica en él, junto a la frambuesa y la grosella– y magnesio.
En 200 g de fresas hay un 17% de hierro y un 9% de magnesio. También aporta potasio, calcio, fósforo, manganeso, cobre y silicio, por lo que es un alimento muy indicado en curas de remineralización y en el tratamiento de déficits nutricionales.
Esta fruta resulta asimismo una excelente fuente de vitaminas C, K y ácido fólico. Concretamente 200 g cubren más del 200% de las necesidades diarias de vitamina C, una tercera parte de la vitamina K, la sexta parte del ácido fólico y cantidades notables de vitaminas del grupo B. ¡Con solo 66 calorías!